martes, 25 de noviembre de 2008

Hoy y siempre


Es tan cierto el hecho de vivir enfrascados en la añoranza de tiempos hermosos de nuestras vidas, pensar que el tren pasa y en su tramo recuerdos quedan.

Increíble es saber que el curso de nuestros propios caminos lograron juntarse algún día y que nada realmente era tan importante como todos creían. Cuando veo y pienso en aquél lugar sombrío pero lleno de calidez e historias, creo que lugares como la Unión, nuestra Unión. No deberían acabar jamás. En cada uno de aquellos rincones se tejió parte de nuestra identidad universitaria en medio de las cervezas, el pipeño y la infaltable guitarra.

“Don Roberto” (si, aquél señor acogedor y de enorme paciencia) sabe que junto a ella se va parte de nuestra y también su propia gran historia. El final siempre es y será fulminante, aún así los bellos momentos quedarán por siempre grabados en cada uno de nuestros corazones, sin olvidar el proverbio más representativo de este sabio lugar: “Es muy agradable ser importante, pero es más importante ser agradable”


En memoria de nuestra querida y hermosa Unión.




domingo, 16 de noviembre de 2008

Está escrito

Y el comienzo sorprendentemente no parte acá. La historia en si, comienza a eso de los 16 años cuando un joven en sus labores de colaboración para el hogar en víspera de verano, visita a menudo la ferretería del barrio para poder comprar brochas y pinturas que le permitiesen mantener ocupada su cabeza en tan calurosa estación del año.


La vendedora (una señora muy amable), lo atiende y con ese don único que tienen muy pocas personas para entablar una entretenida conversación, le pregunta acerca de su motivación para pintar la casa y su visión a futuro de la vida misma.


El se siente muy a gusto con la conversación e inocentemente le comenta que quiere estudiar música cuando termine el colegio. La señora sonríe y le dice que tiene una hija de su misma edad y que también planea hacer lo mismo.

Como la vida de un joven a los 16 años está marcada por acontecimientos e historias improbables que un adolescente puede crear en su propia imaginación, pensó y se dijo a si mismo:


- Vaya… creo que he llegado donde siempre he querido estar-.


Pasaron los años y cada vez que se encontró con la señora en distintos lugares como la feria, ésta no aparecía con la nueva razón de alegría dada a conocer. Ella prometía pronto presentarle a su hija y él muy esperanzado decidía seguir viviendo en suma paciencia hasta encontrar su camino.


Su padre, le comentó en alguna oportunidad que las vio pasar a ambas juntas y que la joven era de una belleza tan fina como la misma que la señora siempre describió. El joven ya cumplía parte de su realización personal, estudiaba lo que deseó y sentía que cada prueba de la vida de a poco lo haría acercarse más hacia su amada desconocida.


A su vez, la misma ferretería que él alguna vez visitó, no logró soportar la desleal competencia con los grandes poderes económicos del país que terminaron por producir su cierre definitivo y por ende todas sus esperanzas por encontrar su felicidad.


Cuando ya todo lo dió por perdido, el adolescente aparentemente creyó olvidar y superar toda esta historia fantasiosa. Ya había terminado su carrera, pertenecía ya a una AFP y por cierto constaba con edad suficiente para elegir al poder ejecutivo del país.


Todo parecía ir con normalidad, pero el vacío era evidente… ¿Si fue capaz de hacer tantas cosas, por qué jamás fue en busca de ella? No sabía como salir de ese conflicto interno, pero a esas alturas… creía que ya era demasiado tarde para discutirlo.


Cierto día, bajando de la estación de metro más cercana a su hogar. No podía creer lo que estaba viendo. La señora que tantas esperanzas le entregó en el pasado, estaba ahí mirándolo y sonriendo nuevamente. Se dieron un gran abrazo y le preguntó en que estaba su vida. De paso también le comentó que su hija al igual que él, siguió el camino de la música y era muy feliz en lo que hacía. Sin embargo, sentía que su esencia y timidez permanecieron intactas con el tiempo. Por tanto insistió nuevamente en que el encuentro entre ambos esta vez si se realizaría.


No sé exactamente por qué me he atrevido a contar todo esto, cuando las historias de amor en esta época suenan tan añejas y cursis. Sin embargo, algo si tengo muy claro: Y es que aquella joven que tanto imaginé hace años atrás y me hizo soñar con el futuro, puede que ni siquiera llegué a gustarme si la llego a conocer en persona. No obstante, sé que tiene algo muy valioso y es lo que me hace volver a creer en lo inconcreto.. Por eso es que es tan increíble saber como una persona puede tener en sus manos la historia de otro sin que ésta lo sepa.


Y Ursula, ( ahora que después de muchos años pude saber cuál es tu nombre!), te doy las gracias por haberme hecho bordear a ratos una verdadera declaración de principios respecto al amor.


Hoy sólo puedo decir con certeza a todos ustedes


Está escrito.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Al encuentro




Y vuelvo, pues en realidad nunca no logré ser muy exacto. La sábana aún te cubre a medias, mientras inhalo el perfume de la más cruda despedida. Te veo dormir y el pasillo me hace sentir que la salida puede ser más sencilla de lo que talvez pensabas. Las preguntas más complejas quisiese responderlas con un simple silencio, no te preocupes, jamás olvidaré escuchar cada uno de esos susurros producidos en mitad de la noche. Como un centenar de peregrinos al encuentro con su dios, como un quiltro buscando nuevo hogar, camino y desesperadamente hasta volver a encontrarte preciada cordura.





viernes, 12 de septiembre de 2008

Tu pirata soy yo !




Dalcahue, pequeño puerto de la isla grande de Chiloé. Es de noche, verano del año 2008. Me encuentro junto a mi hermano y un amigo en una larga travesía turística por el sur de nuestro país. Ha sido un viaje bastante extenso y la sed comienza a aquejar nuestras gargantas, el plan consiste en encontrar lo antes posible alguna botillería, donde comprar un par de cervezas y disfrutarlas contemplando la belleza del lugar.

Comenzamos nuestro panorama caminando con toda esa inocencia, tan característica del viajero, sin jamás pensar en encontrarnos con alguna leyenda viviente que no fuese el “Trauco” o el “Caleuche” (historias tan recurrentes dentro de la tradición de la isla), por el contrario, lo que vivenciamos aquella noche puede que incluso abarque el ámbito caricaturesco y la vida real al mismo tiempo.

El trayecto continuó su curso y finalmente logramos dar con una botillería donde el silencio imperaba por aquellos instantes. Cogimos dos cervezas Escudo de litro, preguntándonos de inmediato: ¿Y a quién le debemos pagar? .La respuesta estaba más cerca de lo que pensamos, miramos hacia el mostrador y tras éste se encontraba la historia más sabrosa del viaje: Barba roja, amo y señor de Dalcahue.

Un verdadero personaje jamás se ha de presentar ante un par de santiaguinos sedientos, con su seudónimo así como si nada. Todo lo contrario, es tan potente su presencia que al verlo en persona, tú ya puedes saber con quién estás hablando. En efecto, al acercarnos para realizar la compra, nos encontramos con un hombre de unos cuarenta años, totalmente ebrio, durmiendo y mejor aún, con una frondosa barba roja capaz de cubrir su propio pecho.

Al no recibir respuesta alguna, miramos hacia atrás tratando de buscar a alguien que nos pudiese atender, fue entonces cuando dos muchachos acompañantes del pintoresco pirata, con sus caras llenas de risa pareciesen haber dicho: “¡Tranquilos!, él es capaz de vender esas cervezas”. Por su parte, barba roja nos miró y sólo se remitió a decirnos – Estoy pal’ loly- , aún así demostró oficio de cantinero, entregándonos el vuelto de manera correcta.

Salimos de la tiendita novedosa, pudiendo constatar que tal barbudo pintoresco no era tan sólo un borracho atendiendo un mesón, sino que un emprendedor dueño de la botillería y ferretería más importante de Dalcahue. Además de ser por segundo año consecutivo el acreedor del ajo más grande de la isla de Chiloé. La belleza y tranquilidad del puertito terminó conmoviéndonos tanto, que la primera ronda de cervezas desapareció fugazmente, de modo que decidimos volver donde nuestro nuevo ídolo. Al volver, el pirata ya había vuelto a la vida como un ave fénix, poniéndose de pie para atendernos y preguntar: “¿Qué quieren?”, “Dos escudos más, por favor”- respondimos.

“Ya son las doce”, -dijo el muy barbudo-. Interpretamos la advertencia como señal de cierre de la botillería, pero segundos más tarde entendimos de qué se trataba: pasada la media noche los precios son marca registrada del maestro, por tanto esas cervezas que compraríamos, nos costarían un valor mucho más elevado que las que tomamos minutos antes. Sin embargo en un acto de enorme solidaridad nos dijo: “Ahhhh ¿Ustedes no son de acá?, ya … llévenselas rapidito no más”.

Comenzaba ya a hacer frío y el primer capitulo de nuestra aventura se escribía con matices de misericordia de un lugareño, que nadie sabe en que momento decidió dejarse crecer la barba y teñírsela para posteriormente transformarse en lo que hoy es. Al salir de la tiendita, comprendimos todo lo que había sucedido, encontramos aquél letrero que decía:

“Barba roja, la suerte va hacia ti”.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

When you're strange


Paredes soberbias impregnadas de discurso político barato. Caminaba y en cada uno de nuestros rostros se dibujaba el anhelo de vivir en un país progresista – aspiracional. Las tiendas y un mosquerío de gente que entra y sale. Cuando quise e intenté cambiarlo, sus brazos tentadores me cobijaron amablemente. “People are strange” sonaba más que nunca en mi cabeza; lo triste no fue oírla, sino sentir que esta vez yo también formaba parte de ella.

jueves, 14 de agosto de 2008

Oferta laboral


"Guardián nocturno para terreno en importante avenida", es lo que alcanzó a leer a la pasada Jacinto, un esforzado trabajador de nuestra capital. A esas alturas su vida necesitaba un nuevo rumbo y al mismo tiempo un trabajo estable que permitiera satisfacer sus necesidades básicas. Mientras tanto (en otro lado de la ciudad) Don Facundo, un jubilado que recibía una miserable pensión, estaba ya completamente cansado de la vida injusta que había llevado hasta el momento, de modo que con toda seguridad partió a la entrevista laboral fijada para el lunes a las 9:25 am.

Jacinto, vividor de gran arrastre dentro del sexo opuesto dejó aquel día a su novia Jazmín y partió con su mejor vestimenta a la entrevista laboral. La convocatoria resultó ser todo un éxito, a ella asistieron alrededor de 30 postulantes. Jacinto al ver a Don Facundo sintió alivio, pues pudo darse cuenta que no era el único que fue sin su corbata a dicha entrevista, ambos se saludaron y compartieron un par de palabras dentro de la eterna espera.


El tiempo pasó y finalmente ambos fueron llamados, siendo los últimos en entrar a eso de las 13:00 hrs para conversar con la relacionadora pública de la empresa aún desconocida.

“Asiento”- les dijo ella-.


“Señores la verdad de las cosas, es que hasta el momento ninguno de los postulantes ha cumplido con el perfil que deseamos para las vacantes dispuestas, de modo que espero que ustedes sean la excepción”. (Ambos se miraron con cara de asombro).


Don Facundo en un tono muy respetuoso preguntó:

“Señorita , ¿En qué consiste básicamente el trabajo?”.

Bueno…- dijo ella- El trabajo consiste en quedarse día y noche cuidando el terreno que se encuentra afuera de esta oficina sin horas de descanso, salvo para colación o ir a hacer sus necesidades”.


Fiel a su espíritu rebelde, Jacinto respondió:

“¿Pero usted está loca?, ¿Acaso cree que alguien se dignaría a recibir un trabajo tan explotador e inútil?


Fuera de todo pronóstico Don Facundo aceptó diciendo: “Me parece una buena oferta señorita, tomando en cuenta mi edad, es muy difícil que encuentre otro trabajo”.

Jacinto en cambio se paró diciendo “esto es una vergüenza, me voy de aquí”. Sin embargo, al salir de la oficina y ver aquel terreno vacío que estaba al lado de la avenida, se imaginó solo por un minuto ahí….


Si bien es cierto la vida de Jacinto siempre giró en torno a la libertad, pensó en Don Facundo, un anciano que estaría cuidando un terreno en la mayor de las soledades y sin tener a quién trasmitir sus vivencias.


Muy decidido entonces volvió con rapidez hasta la oficina diciendo:

“Acepto, yo lo acompañaré Don Facundo”

Y así desde la primera noche que han hecho guardia estos dos perros quiltros (en un terreno absolutamente vacío del que nadie sabe que cosa se cuida), los saludo siempre con mucho afecto, valorando su dedicación y esfuerzo. Noches de lluvia, bajando del metro estación Trinidad de la Línea 4, el cuerpo, la cabeza y el corazón cansado, la vida que sigue y sigue.


Aún así ahí están cada noche, para decirnos en nuestra cara:


"Tu hogar te espera".






viernes, 1 de agosto de 2008

Cuarta Edad



Todo empieza desde muy temprano. Apenas un vestigio de sol logra asomar por la ventana. Coge las pantuflas, se baña, prepara un par de huevos fritos con tostadas y un café bien cargado. Las ligeras manos aún le permiten tomar sin mayor torpeza la antigua tetera, mientras en la televisión se anuncia pronóstico de lluvia en los próximos días. A las 9:00 am ya está escogiendo la bufanda azul que corresponde al día lunes, pero que por capricho decide usar el día jueves. La casa ya está bien cerrada con cada una de las persianas plegadas, y todo ya está dispuesto para que éste sea un dia normal.


Recorriendo el barrio, la vista le permite entender que los años pasan por encima de todos, incluyendo a la joven a quién tiempo atrás solía entregar golosinas …, pero hoy no es así. La mujer anda de la mano probablemente con uno de esos ayudantes universitarios a cargo del ramo más difícil de primer año, de esta manera cree poder explicarse la obstinación de una lolita por evitar el fracaso académico. Tristemente, el saludo esperado no alcanza a llegar hasta el audífono instalado en su oreja desde hace varios años tras haber desarrollado eternas jornadas laborales en la antigua maestranza de San Bernardo. Mira el aparato y piensa que está averiado, pero al rato comprende que simplemente fue ignorado por la muchacha.


El trayecto continúa y el comercio establecido funciona casi por completo, digo casi porque Don Patricio, el dueño de la verdulería se ha quedado dormido producto que el más despierto de sus 3 nietos lo ha integrado al mundo cibernético y desde ahí surge el afán por alargar cada una de las noches con diversos materiales didácticos relacionados a la vida sexual en la tercera edad.


El consultorio y la constante fila interminable, el colegio numerado que se apresta para el primer recreo, las portadas de los diarios mostrando el último despilfarro del futbolista farandulero en una discoteque de la capital, un nuevo sistema de transporte que él aún no comprende en su totalidad, pero que al menos sirve para alivianar su cansino viaje hacia la farmacia y el club donde habitualmente se junta a jugar cacho con sus legendarios camaradas: La esencia que aún no se pierde, pero la vida es más cruda porque estás solo, viudo, tus hijos ya no te llaman hace bastante tiempo y el almuerzo que preparas dura tres días.


¿Te cuento algo?, cuando escuches la radio, es probable que Piazolla no suene,pues anda milongueando hace rato en un salón lleno de historias. Termina rápido aquel puzzle, levántate y ponte tu mejor perfume.


Hay una cuarta edad esperando.